Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé de Vilner

El especialista búlgaro Vilner ha transformado por completo el habitáculo del modelo británico.

Leonel Chuquirima
3 de mayo de 2018 15:35

Un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé de gala

En su último proyecto, la compañía búlgara Vilner ha convertido un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé, del año 2010, en un descapotable de etiqueta. Sí, más lujoso aún que el modelo estándar.

El trabajo ha consistido, principalmente, en la adopción de cuero de color blanco en los asientos, las molduras de las puertas y el perímetro del salpicadero. El cuidado por el detalle típico de Rolls-Royce también es norma en la empresa con sede en Sofía, de ahí las dobles erres perforadas en las secciones centrales de los propios asientos, como un guiño al fabricante británico.

Como puedes ver, la tapicería está perforada. ¿El motivo? Las butacas son calefactables y ventiladas, para que ni siquiera la climatología más extrema reduzca el confort de los ocupantes.

Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé de Vilner, madera tratada

El color cereza del exterior se introduce también en la cabina. Concretamente, en los cinturones de seguridad, los bordes de los asientos y en el logotipo bordado en los reposacabezas. El resultado es un contraste cromático muy refinado y que engalana el conjunto.

Por último, pero no menos importante, la instrumentación del Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé incluye un material que minimiza los reflejos del parabrisas. De este modo, la visión del velocímetro y el cuentarrevoluciones es siempre perfecta, incluso conduciendo descapotado. Además, todos los paneles de madera se han reformado con tres capas de laca y, posteriormente, se han pulido.

El motor V12 atmosférico, de 6,75 litros y 460 CV, de origen BMW, permanece inalterado. Con él, este auto puede pasar de 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos. En definitiva, altas prestaciones y máximo lujo, una combinación que a cualquiera nos encantaría...

Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé de Vilner