Nissan GT-R NISMO GT3 2018: desde USD 551 00  dólares

Presentado en , y con una última actualización en 2015, al Nissan GT-R NISMO GT3 le ha llegado el momento de volver a ponerse al día, de cara a mantener su exitosa carrera, compitiendo en los circuitos del mundo.

Para conseguirlo, la marca ha presentado la versión 2018 de este llamativo modelo, que empezará a entregarse a los equipos a comienzos de 2019.

Trabajando con todos los datos acumulados en carrera, desde la temporada 2015, el nuevo GT3 cuenta con una distribución de peso optimizada y un centro de gravedad más bajo, gracias a los nuevos soportes del motor. De hecho, el propulsor se encuentra ubicado en una posición 150 milímetros más baja.

Los cambios también llegan a las suspensiones de ambos ejes, que ofrecen un nuevo diseño, al tiempo que se incorpora un sistema de aire acondicionado de desarrollo exclusivo, para que los pilotos se sientan más cómodos, en las pruebas más calurosas.

Nissan GT-R NISMO GT3 2018: más fiabilidad

Nissan afirma que esta evolución del GT3 resulta igualmente adecuada para pilotos profesionales y 'gentleman drivers', gracias a las mejoras introducidas por sus ingenieros. Además, según sus propias palabras, ofrece una "fiabilidad significativa", garantizada por unos 30.000 kilómetros de pruebas de resistencia.

"Para desarrollar el nuevo modelo, NISMO, como departamento deportivo oficial de Nissan, ha aprovechado al máximo la tecnología y la experiencia que hemos adquirido en nuestra gran trayectoria en las carreras, lo que nos ha permitido diseñar un coche competitivo en las carreras de GT3 de todo el mundo", explica Takao Katagiri, CEO de NISMO.

Impulsado por un motor 3.8 V6, biturbo, cuenta con más de 550 CV, que se envían a las ruedas traseras, a través de una caja de cambios secuencial, de seis marchas. Respecto a la frenada, queda asegurada por discos con pinzas de seis pistones, en el eje delantero, y cuatro, en el trasero.

Según ha anunciado, Nissan pedirá 60.000.000 yenes por el Nissan GT-R NISMO GT3 2018, lo que se traduce en unos 470.000 euros, al cambio. A ello habría que asumir una cantidad variable de repuestos y componentes, que oscilará dependiendo del tipo de categoría en la que se compita, así como de las propias aspiraciones del equipo.