Los raspones superficiales en los aros son simples de eliminar
Si el aro del automóvil sufre un raspón por un bordillo es posible repararla en un taller sin mucho esfuerzo. Eliminar daños en estos componentes que no tienen más dos milímetros de profundidad es bastante simple.
Se rellena el aro con aluminio líquido, luego se lija y se pule. En el caso de aquellos que son de acero, sin embargo, se suelda el material desgastado.
Por razones de seguridad no se debe seguir utilizando un aro si el daño se encuentra a más de cinco centímetros de su borde, ya que pierde estabilidad.
Por otra parte, cuando se limpian los aros de aluminio con productos especiales hay que prestar mucha atención al tiempo de actuación de la solución, ya que pueden resultar muy corrosivas. Por lo tanto, es recomendable usar guantes. El resto del producto se puede quitar con abundante agua y luego conviene secar el aro con un paño.
Fuente: DPA