Los asientos de niños usados pueden presentar riesgos
Un asiento de bebé o de niño de segunda mano para el auto, comprado a través de una página de Internet o heredado de algún familiar o amigo, ayuda a los padres a ahorrar dinero pero pudiera no ser una buena opción.
Los expertos advierten que es mejor evitar el uso de butacas para niños de segunda mano en el automóvil cuando no se sabe de dónde provienen, ya que pueden tener daños ocultos.
Esto se debe a que el asiento puede parecer exteriormente nuevo o intacto, incluso después de un accidente, y estar agrietado o dañado en el interior, según la Asociación Alemana de Inspección de Vehículos (Dekra).
Además, el plástico de los asientos más viejos puede estar más deteriorado debido a la exposición al sol y al calor, lo que hace que los materiales sean más frágiles y disminuyan sus efectos protectores y el nivel de seguridad que ofrecen.
Fuente: DPA