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Los problemas con el tráfico en Singapur se agudizan.

Cristhian Segarra
26 de diciembre de 2017 10:55

No hay más espacio: Singapur declara la guerra al automóvil

A partir de febrero del 2108, las autoridades en Singapur restringirán aún más la circulación de automóviles privados y de alquiler. El Gobierno tiene previsto reducir drásticamente el número de matrículas y solo los vehículos viejos podrán ser reemplazados por otros nuevos.

La medida es una respuesta del gobierno al aumento de la población y a la creciente escasez de tierra en el país-estado del sudeste asiático. En reemplazo del automóvil se expandirá el transporte público.

Las reacciones a esta iniciativa fueron dispares.

Según la Administración Nacional de Carreteras (LTA), actualmente las calles ocupan el 12% del área total de tierra de Singapur. "Dadas las limitaciones de tierra y las exigencias hay solo un margen restringido para ampliar la red de carreteras", señaló un comunicado.

En el pasado, la LTA permitió un incremento anual del parque automotor y de motocicletas de un 0,25 a 0,5%. Ahora, ha reducido la tasa de crecimiento al 0%.

El Gobierno de Singapur limitó la compra de vehículos otorgando certificados por solo 10 años y los vende al mejor postor. Estos certificados no son baratos y pueden incluso costar lo mismo que un auto.

El número de permisos es limitado. En la última ronda de concesiones, el costo de esta autorización ascendió a USD 30 800.

Junto con los impuestos por derecho de circulación, las habilitaciones y el precio real de compra, los costos de un automóvil de gama media suman más de USD 71 000.

Los certificados solo son válidos por 10 años. Después de esa fecha, los propietarios de automóviles tienen que decidir si su vehículo va al desguace o amplían la autorización, pero nuevamente solo por un máximo de 10 años. Esta es una de las razones por las que en las calles de Singapur solo se ven automóviles nuevos.

El sueño de poseer un automóvil es simplemente inalcanzable para muchos residentes de Singapur.

"Nunca consideré comprar un automotor nuevo, y tampoco puedo comprar uno usado", dice Tan Kai Shian, que en caso de tener que llevar a sus hijos o a su marido a alguna sitio especial recurre al carro de sus padres.

Los concesionarios de automóviles se preparan para una disminución de las ventas cuando se congelen los permisos.

"Muchos vendedores tendrán que cerrar sus puertas", apuntó Mohamed Taifoor, propietario de un concesionario. En particular, "los más pequeños", aseguró.

En tanto, otros especialistas afirman que este freno a los permisos está corrigiendo sobre todo una gran ola de licencias otorgadas en el 2008, cuando los precios de las concesiones se desplomaron.

El plazo de 10 años de los certificados vendidos en ese momento caduca ahora, lo que significa que muchas licencias volverán a entrar en una subasta el próximo año.

Muchos proveedores de servicios móviles saludan la medida. De esta manera se maximiza la eficiencia en las carreteras, indica Grab, un rival local de Uber.

"Creemos que los proveedores de servicios de automóviles tienen la responsabilidad de convertir la mayor cantidad posible de autos en bienes comunes", señaló el jefe de Grab, Lim Kell Jay.

En el 2021, se volverá a revisar la regulación estatal de los certificados de carros. Al menos hasta entonces, será un privilegio poseer un automóvil en Singapur.

Fuente: DPA