Peligro_carretera
Leonel Chuquirima
26 de abril de 2018 17:08

Puede que seas un peligro en la carretera y no lo sepas

Quizá ni siquiera sea consciente de ello. Media dioptría de pérdida de visión puede pasar desapercibida para muchas personas, que realizan su vida normal sin complicación alguna y disfrutando de una suficiente nitidez en la mayoría de las circunstancia. 

Sin embargo, esa simple carencial visual llega a resultar determinante en la conducción: supone perder tres segundos respecto a una visión óptima en la lectura de una señal de tráfico o un cartel informativo circulando a solo 50 km/h, un tiempo en el que a esa velocidad se recorren más de 41 metros.

Es sólo un ejemplo ilustrativo de la trascendencia que una buena visión tiene a la hora de ponerse al volante y que, sin embargo, muchos automovilistas ignoran aunque pueda parecer una obviedad. El 80% de los estímulos externos que recibimos habitualmente llegan a través de la vista, que es además el sentido más importante en la toma de decisiones en la conducción. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada cinco automovilistas en el mundo no ve bien en la carretera a causa de una deficiente corrección de su visión, lo que en España se traduce en más de cinco millones de personas conduciendo en inferioridad de condiciones visuales, con los riesgos evidentes que ello acarrea.

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Conviene recordar que en la actualidad el 80% de los trastornos visuales se pueden corregir o curar, por lo que las revisiones periódicas de la vista son la fórmula más efectiva que evitar accidentes de tráfico provocados por estas carencias, que inciden de forma determinante en la capacidad de conducción, el tiempo de reacción e incluso la concentración. Acudir a un especialista una vez al año, más allá del reconocimiento médico obligatorio para la renovación del carnet, garantiza conducir en plenitud de facultades e impide poner en riesgo, en ocasiones inconscientemente, la seguridad propia y la de quienes nos rodean. Un pequeño truco que nos puede adelantar que algo no termina de ir del todo bien en nuestra vista: en condiciones normales, deberíamos ser capaces de leer la matrícula del vehículo que nos precede a veinte metros de distancia, es decir, unos cinco coches de tamaño medio por delante del nuestro.

Fuente: motor