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Los vehículos autónomos podrían cambiar la dinámica de la industria en los próximos años.

Cristhian Segarra
20 de noviembre de 2017 14:31

¿Hundirá el robot-taxi a los fabricantes de vehículos?

Todos los fabricantes de automotores vaticinan la llegada de los vehículos autónomos, eléctricos y conectados. Una revolución que los llevará a transformarse en proveedores de servicios de movilidad y que amenaza la supervivencia de quienes no se adapten a ese cambio, en un momento en el que nuevos actores tecnológicos como Google, Apple o Tesla entran en la industria automotora.

La compañía alemana Daimler, fabricante de  Mercedes-Benz, anunció que iba a colaborar con la empresa tecnológica Bosch para poner en circulación modelos autónomos desde el inicio de la próxima década.

Ante la contaminación del aire, los atascos y la presión de China, que reclama vehículos más limpios, todas las empresas del sector tienen proyectos similares.

La alemana Volkswagen presentó a finales del 2016 Moia, su marca de servicios de movilidad. “Aunque no todo el mundo sea propietario de un auto en el futuro, queremos que, con Moia, todos puedan ser clientes de nuestra empresa de una forma u otra”, explicó el director ejecutivo de la compañía, Matthias Müller.

Su rival francés PSA, heredero de los talleres Peugeot fundados a principios del siglo XIX, también insiste en el desarrollo de servicios de movilidad como los vehículos compartidos. Con su marca Free2Move, la empresa se instaló en Estados Unidos a principios de octubre.

Adaptarse o morir

Los robot-taxis podrían representar en el 2030 el 40% de los beneficios del sector automotor, según un estudio de la empresa de consultoría Roland Berger, que anticipó que la demanda de vehículos particulares caerá cerca del 30% en el mismo periodo. Sus expertos aseguraron que los constructores incapaces de adaptarse corren el riesgo de “extinguirse”.

Mientras se preparan para la llegada del vehículo autónomo, los gigantes del sector gastan también miles de millones de dólares en ejemplares eléctricos, sin garantías de rentabilizar rápidamente su inversión con una demanda que no termina de despegar.

Volkswagen anunció el viernes pasado que invertirá más de USD 40 090 millones de aquí aL 2022 para diseñar el auto del futuro.

Los modelos eléctricos aún no compiten con los vehículos térmicos en cuanto a facilidad de uso, con su autonomía limitada y su largo tiempo de recarga.

El banco Bank of America Merrill Lynch afirmó, sin embargo, a finales de octubre, que los automotores 100% eléctricos son cada vez más competitivos. Y aseveró que representarán el 12% del mercado automovilístico mundial en el 2025, el 34% en el 2030 y el 90% en el 2050.

Un objetivo que parece muy lejano para Renault, pionero del auto eléctrico con su pequeño modelo Zoe estrenado en el 2012, cuyos vehículos limpios representaron menos del 1% de sus ventas mundiales el año pasado y que prevé aumentar esa cifra hasta el 5% en el 2022, según su director ejecutivo Carlos Ghosn.

Este apuesta por una próxima oferta “low cost” en China, donde el mercado de los autos eléctricos aumentó en un 50% entre enero y septiembre del 2017 hasta alcanzar los 325 000 vehículos vendidos, el 1,6% del mercado total.

Esa carrera tecnológica “aumenta la dificultad y el coste de fabricar automotores”, avisó PwC en su último informe sobre las tendencias del sector. “Para los fabricantes, el precio es alto, hasta un 20% más elevado que el coste de ensamblar la anterior generación de automóviles”, señaló la empresa de consultoría, que teme “graves problemas” de retorno de la inversión.

En los últimos años, las compañías europeas habían privilegiado el diésel para alcanzar sus objetivos de reducción del CO2 emitido, pero el escándalo provocado por los motores trucados de Volkswagen en el 2015 cambió sus planes.

Y la ventaja de los asiáticos, especialmente de los chinos, en las baterías y los motores eléctricos, preocupa a las mayores autoridades políticas de Europa, entre ellas la Comisión Europea, que llamó a crear un “Airbus de las baterías”.

Fuente: AFP