Fernando Robayo
12 de noviembre de 2020 16:20

El apoyo a la reactivación (O)

El pasado lunes 26 de octubre el Gobierno nacional presentó un programa denominado Camioneta Popular, que plantea una reducción del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) para un portafolio de vehículos de ese tipo que se ensamblen localmente, con el fin de impulsar las actividades productivas y reactivar a la industria nacional.

En un país como el nuestro, donde la carga impositiva de muchos productos -entre los que se cuentan los vehículos motorizados- es de las más altas de la región, una revisión tributaria a la baja siempre es una buena noticia para los consumidores. Sin embargo, si lo que realmente se busca es apoyar los emprendimientos de pequeñas empresas y personas naturales, principalmente, esta iniciativa, por sí sola, resulta insuficiente.

La simplificación de trámites y procesos en las diferentes entidades públicas, el mejoramiento del acceso a crédito y la flexibilización fiscal para los nuevos negocios son solo algunas de las acciones complementarias que se requieren para promover la productividad, y para tender la mano a quienes la pandemia les obligó a emprender por su cuenta. Si el círculo no se cierra, las buenas intenciones quedarán donde las coloca el conocido dicho popular.