Foto: José Mafla / EL COMERCIO

El café es uno de los productos en los que trabajan los pobladores de Intag.

Cristhian Segarra
28 de diciembre de 2017 16:29

Intag resiste mediante la educación y el trabajo

El Valle de Intag es una de las zonas más bellas del país. Allí, la Organización de Defensa y Conservación Ecológica de Intag (Decoin) trabaja fuertemente para mantener intactos los recursos naturales que son amenazados por la explotación minera.

El objetivo es que los pobladores de Imbabura disfruten de un medioambiente sano y que este se mantenga así por mucho tiempo. Tan destacado ha sido el trabajo de esa organización que recibió el Premio Ecuatorial del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en este año.

Este reconocimiento fue entregado entre 800 proyectos participantes de distintas partes del planeta. Es así que la organización, que forma parte de la Corporación Toisan, resaltó por el trabajo realizado entre otras 15 comunidades de África, Asia y América Latina.

Su proyecto abarca la realización de talleres que han logrado crear educación ambiental y generar conocimientos sobre malas prácticas agrícolas, tala indiscriminada de bosque y uso de agrotóxicos.

De esta forma se promueve la formación académica y la conciencia ecológica en la zona. Asimismo, recuperaron 12 000 hectáreas de bosque para su conservación. Decoin también contribuye en las acciones sostenibles del Biocorredor Intag.