GP de Francia

El regreso del Gran Premio de Francia al calendario de Fórmula 1 el año pasado trajo a equipos y pilotos un circuito completamente nuevo.

Andres Vintimilla
5 de junio de 2019 11:16

El GP de Francia será uno de los más rápidos del calendario

El circuito Paul Ricard cuenta en su configuración de F1, con una cuerda de 5,842 kilómetros, lo que significa que es el quinto más largo del calendario, por detrás de Spa, Baku, Silverstone y apenas un poco más corto que Sochi.

Pero lo que destacan son sus tres largas rectas, lo que permite a los pilotos llegar al límite de revoluciones cuando alcanzan velocidades de vértigo.

En la recta de meta los pilotos alcanzan los 335 km/h, antes de la 'S' de izquierda a derecha de la Verrerie, donde se reduce la velocidad a la mitad antes de afrontar la siguiente sección.

Después de una serie de curvas lentas (los autos pasan a 85 km/h la curva 3), el grifo se puede abrir de nuevo en la recta Mistral, y pisar a fondo el pedal. Con el DRS abierto, los pilotos pueden alcanzar velocidades de más de 340 km/h, antes de frenar para entrar en la chicane, el mejor lugar del circuito para hacer un interior y adelantar. El año pasado, Valtteri Bottas llegó a 343 km/h, lo que le dejó solo detrás de Monza, Hockenheim y Silverstone en términos del velocidad máxima alcanzada en las carreras europeas.

A continuación, llegan las dos curvas que dan paso a la sección final del circuito: Signes y Le Beausset. Signes no está peraltada y se puede tomar a 340 km/h, mientras que Le Beausset, aún teniendo que cortar, sigue siendo una curva rápida. Aquí, hay que encontrar un buen compromiso de carga aerodinámica, ya que el más leve subviraje te puede sacar de la trazada ideal en la cerrada curva 9 y hacerte perder la velocidad para el resto de la vuelta.

La última curva es la más lenta del circuito, con una velocidad aproximada de 80 km/h, antes de cruzar la línea de meta.

En la clasificación del Gran Premio del año pasado, Lewis Hamilton registró un tiempo 1:30.029 para hacer la pole, a punto de bajar de los 90 segundos y logrando una velocidad media de 233.604 km/h. En comparación con las velocidades más rápidas que se lograron en clasificación la temporada pasada, fue la sexta más alta del calendario, lo que demuestra el valor de priorizar la velocidad en las rectas cuando se determina la configuración de carrera.

En cualquier caso, es de esperar que los tiempos caigan este año. Los monoplazas de 2019 están siendo 0.4 segundos más rápidos que sus predecesores en clasificación, y con el aumento del tamaño del DRS y las largas rectas del circuito, los tiempos aquí podrían ser incluso más rápidos.

Excluyendo las vueltas que se dieron bajo periodo de auto de seguridad, el tiempo medio por vuelta del ganador de la carrera, Lewis Hamilton, estuvo en 1:36.6, dos segundos más lento que su vuelta rápida (1:34.509), una diferencia razonable considerando factores como el desgaste de los neumáticos y la carga de combustible.

Además, el paso por el pitlane para parar en boxes suponía unos 20 segundos, más el tiempo necesario para montar un nuevo juego de neumáticos, algo que se espera que mantenga este año pese a los cambios en la entrada. Esta cifra es similar a la de la mayoría de circuitos del calendario. En Austria, el más corto, son 19 segundos, mientras que en Sochi y Singapur se puede tardar hasta 30 en total.

Así, podemos estar seguros de que el Gran Premio de Francia este año será muy rápido, incluso más que la carrera del año pasado si las condiciones son las adecuadas. Comprueba todas las entradas disponibles, incluida la tribuna exclusiva St.Tropez, con Motorsport Live AQUÍ.