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Tänak espera contar con suerte para sumar un título mundial.

Cristhian Segarra
24 de octubre de 2018 16:47

Suspenso máximo entre Neuville, Ogier y Tänak en el Rally de Cataluña

El suspenso será máximo de jueves a domingo en el Rally de Cataluña entre Thierry Neuville (Hyundai) , Sébastien Ogier (Ford) y Ott Tänak (Toyota), los tres candidatos al título de campeón del mundo (WRC), a dos mangas del final de la temporada.

La única prueba disputada sobre superficie mixta del calendario WRC conjuga especiales sobre tierra y asfalto, que obligarán a los mecánicos a transformar radicalmente los bólidos tras la primera jornada completa del viernes.

Líder desde el Rally de Portugal disputado en mayo, Neuville aventaja a Ogier en siete puntos y a Tänak en 21 unidades.

El belga, de 30 años, es el único que podría proclamarse campeón este fin de semana, por ejemplo, si ganara y sus rivales abandonaran.

Tras acabar en tres ocasiones subcampeón del Mundial por detrás de Ogier en el 2013, 2016 y 2017, ahora está bajo presión.

“Hemos perdido un poco de terreno en los dos últimos rallies, pero seguimos en cabeza y no vamos a dejar de luchar”, señaló Neuville.

Hyundai, al que Toyota aventaja en 20 puntos en la clasificación de constructores, ha invertido mucho en su desarrollo, esperando dominar tras las salida de Volkswagen a finales del 2016, y un nuevo fracaso podría poner en peligro el programa del constructor surcoreano en el WRC.

Ogier, por su parte, se metió de lleno en la lucha por su sexta corona consecutiva ganando hace dos semanas en Gran Bretaña.

'Defender la corona'

“Llegamos aquí tras haber reducido la desventaja con el liderato y tenemos que hacer otro buen resultado para defender nuestra corona”, afirmó el francés.

Por su parte, Tänak no tiene margen de error. El piloto de Toyota, que había logrado tres victorias consecutivas, tropezó en Gales.

En cabeza con mucha ventaja tras 15 especiales, fue víctima de un problema con su radiador. El estonio, no obstante, logró limitar los daños al acabar segundo de la Power Stage del domingo.

“Para nosotros es fácil: tenemos que ganar los dos últimos rallies y confío en nuestro rendimiento en tierra y asfalto porque hemos estado muy bien en ambas superficies”, advirtió.

Para complicar aún más las cábalas, Sébastien Loeb, piloto ocasional en el WRC desde finales del 2012, vuelve para este ajustado final de temporada.

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Loeb en Chilecito, Argentina, en el 2017.

En sus dos anteriores apariciones este año para Citroën, demostró que sigue siendo igual de rápido, pese a que el nueve veces campeón del mundo no pudo ganar debido a un pinchazo en México y a un accidente en Córcega.

Loeb como árbitro


El poseedor del récord de títulos mundiales, que ha ganado en ocho ocasiones en Cataluña entre el 2005 y 2012, quiere “lograr completar un rally sin errores”.

“El nivel es tan alto que sería pretencioso decir que voy a luchar con los tres que se juegan el título, pero espero estar ahí”, subrayó.

Su reencuentro con el otro gran nombre tricolor del WRC tiene cierto morbo. Descartando por ahora una retirada de los rallies, Ogier se unirá a Citroën la temporada próxima, un equipo que abandonó en el 2011 porque su cohabitación con Loeb era demasiado explosiva.

Pero, ahora es el futuro de Loeb el que no está claro desde que Peugeot Sport anunciará la semana pasada su retirada del WRX en el que participaba desde el 2016.

Loeb tampoco estará en el Dakar 100% peruano de enero, puesto que la marca del León tampoco lo correrá.

La idea de un compromiso un poco mayor con el WRC en el 2019 flota pues en el aire, aunque el interesado ha excluido cualquier vuelta a tiempo completo.

De todos modos, Citroën ha decidido titularizar al finlandés Esapekka Lappi (Toyota) además de a Ogier y, sin duda, no tiene los medios de alinear un tercer auto permanente.

Cualquiera que sea su futuro, esta escapada catalana, coloca a Loeb como árbitro potencial para el título, algo que, sin duda, no le disgustará...

Fuente: AFP