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Los ganadores dieron 808 vueltas al circuito y recorrieron 4 629,23 km, marcas que databan de 1982 y 1992.

Fernando Robayo
28 de enero de 2018 20:05

Dos portugueses y un brasileño ganaron las 24 Horas de Daytona

El brasileño Christian Fitipaldi y los portugueses Joao Barbosa y Filipe Alburquerque ganaron este domingo las 24 Horas de Daytona, en una carrera en la que el Ligier de Fernando Alonso acabó en el puesto 38.

Esta fue la tercera victoria en Daytona para Barbosa (2010 y 2014) y Fittipaldi (2004 y 2014) y primera para Alburquerque, que fue el encargado de cruzar la meta al volante del Cadillac del equipo Mustang Sampling, que dominó de principio a fin.

A pesar de lograr el tercer mejor tiempo en la sesión de clasificación, pronto se pusieron en el frente y fueron primeros en el paso por la decimoctava de las 24 horas de la prueba.

Solo los Acura comandados por el brasileño Helio Castroneves y el colombiano Juan Pablo Montoya parecía que podían plantarles cara, pero un toque con el Cadillac número 31 del primero y una avería del segundo les alejó del frente. Al final acabaron noveno y décimo, respectivamente.

Los segundos clasificados fueron los pilotos del prototipo Cadillac del equipo Whelen Engineering Racing compartido por el joven brasileño Felipe Nasr, Eric Curran, Stuart Middleton y Mike Conway.
Este monoplaza llegó con una demora de 1:10.544, mientras que el tercer prototipo entró en la meta 21 segundos más tarde después de que lo llevaran hasta allí Jonathan Bennett, Colin Braun, Loic Duval y Romain Dumas.

Los españoles no tuvieron su fin de semana, a excepción de Antonio García, el único que había ganado en Daytona en la categoría de prototipo y una de clase. El madrileño llegó a la meta tercero en la división GTLM con su Corvette C7.R, que había marcado la "pole", solo después de los dos Ford GT.

Pero las atenciones estaban puestas en el Ligier de Alonso y sus jóvenes compañeros, los británicos Lando Norris y Phil Hanson, que acabaron en el puesto 38, o penúltimos de la división de prototipos.

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La atención de los asistentes y teleespectadores se centraba en la actuación del piloto español Fernando Alonso.


Aunque las sesiones de entrenamiento y calificación (13º) no eran muy prometedoras, el inicio de la carrera daba señales contrarias y el dos veces campeón del mundo de Fórmula Uno llegó a liderar la prueba por dos vueltas en el que era su debut en una carrera de resistencia.

Pero primero un pinchazo de Hanson les quitó cuatro vueltas, a las que se debieron sumar otras 22 cuando Alonso rompió uno de los cilindros maestros del freno, que le dejó parado en boxes 40 minutos y 22 vueltas atrás.

Ahí se acabó la carrera para ellos, lo que deja peor sabor de boca después de que entre Alonso y Norris marcasen uno de los mejores ritmos de carrera por la noche. Para complicar las cosas, Norris tuvo un problema de embrague cuando estaban luchando por acercarse al top-10, y después otra avería en los frenos con Alonso que llevó a su Ligier al vigésimo puesto.

Desde ese momento, una pesadilla para el joven Norris, que acompañará a Alonso en McLaren la próxima temporada como piloto de pruebas, con varias entradas a 'boxes' que le dejaron penúltimo de su clase.

Pero Alonso dijo en rueda de prensa irse satisfecho porque ahora conoce mucho mejor cómo se conduce un prototipo y sabe que puede mantener el ritmo de los mejores, y todo con la mirada puesta en una futura participación en las 24 Horas de Le Mans.
Pero se lamentó de la "oportunidad perdida" y consideró que podrían haber alcanzado el podio, pues el otro Ligier del equipo acabó cuarto siendo más lento que el suyo.

Los problemas fueron mecánicos, porque fue una carrera limpia, sin grandes accidentes y con escasa presencia del auto de seguridad, lo que permitió volar a los monoplazas.

Fuente: EFE