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Hamilton culminó una temporada espectacular en Abu Dabi, el pasado fin de semana.

Cristhian Segarra
27 de noviembre de 2017 12:42

Hamilton y Mercedes confirmaron su dominio en la Fórmula 1

El inglés Lewis Hamilton brilló en el 2017, año en el que ganó su cuarto título mundial de Fórmula 1, el tercero con Mercedes, escudería que confirmó su dominio al festejar su cuarta corona seguida de constructores en el campeonato que se cerró el pasado domingo en Abu Dabi, con otro doblete de las flechas de plata.

Después del conseguido en el 2008, para McLaren, Hamilton celebró, con 32 años, su tercer título para la escudería de Brackley, al añadir el de esta temporada a los logrados en el 2014 y 2015. El excéntrico y espectacular campeón de Stevenage, que dejó matemáticamente resuelto el Mundial en Ciudad de México, hace un mes, lo hizo tras firmar más poles (11) y más victorias (nueve) que nadie.

Tras la prueba de cierre, en la que secundó a su compañero finés Valtteri Bottas -vencedor en Yas Marina- Hamilton sumó este año un total de 363 puntos, 46 más que el alemán Sebastian Vettel, que había liderado el periplo glorioso de Red Bull -con cuatro títulos de pilotos y constructores entre el 2010 y 2013- se conformó con su primer subcampeonato desde que pilota para Ferrari.

Como premio menor, 'Seb' evitó que por cuarta temporada seguida Mercedes acabase con ambos pilotos en las dos primeras plazas del certamen. Después de secundar a Hamilton en sus dos primeros títulos con el monoplaza de Brackley, el alemán Nico Rosberg consiguió invertir puestos el año pasado, relegando a la segunda plaza al inglés, solo cinco días antes de anunciar su retirada.

Esta vez, Bottas, sustituto de Nico en Mercedes, se tuvo que conformar con acabar tercero en la general -a 12 puntos de Vettel- tras haber celebrado sus tres primeras victorias en la categoría reina: tras imponerse en Rusia y en Austria, ganó, desde la pole y con vuelta rápida la última carrera del año, en Abu Dabi.

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Bottas triunfó en la última carrera del año.

Vettel arrancó muy bien el campeonato, con triunfo en la apertura de Melburne (Australia); y tras ganar tres de las seis primeras carreras -en las que nunca bajó del segundo puesto-, salió victorioso de Mónaco con 25 puntos de ventaja en la general.

Hamilton, que había ganado en China y España, acortó distancias con sus éxitos en Canadá y en Silverstone (Inglaterra). Pero el alemán se marchó de vacaciones con 14 puntos sobre el inglés tras liderar un doblete de Ferrari junto al finés Kimi Raikkonen en Hungría.

Ambos habían protagonizado el momento más tenso del año a finales de junio, en el Gran Premio de Azerbaiyán -en Baku-, donde Vettel embistió por detrás a Hamilton cuando éste lideraba la prueba por delante de él, en presencia de un auto de seguridad.

Incidente que se saldó con una advertencia al alemán, tras una carrera muy loca que acabó ganando Daniel Ricciardo (Red Bull), que, al abandonar en Yas Marina, perdió el cuarto puesto en la general final en favor de Kimi, quien sumó 205 puntos, cinco más que el australiano.
Max Verstappen (Red Bull), el más joven vencedor de toda la historia de la F1 (ganó el Gran Premio de España del año pasado con 18 años) acabó sexto el certamen, con 168 puntos. La estrella holandesa añadió dos victorias a su palmarés (en Malasia y en México) y apuntará mucho más alto el año que viene, en un Mundial que tendrá una carrera más que éste: 21, en total, al regresar Alemania y Francia; y caerse la prueba malaya).

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Vettel celebró por todo lo alto durante la última carrera del año.

El español Fernando Alonso, cerró aliviado un trienio para el olvido de McLaren -la segunda escudería más laureada de la historia de la F1-, que sustituirá a partir del año próximo su motor Honda por uno de Renault.

El de la escudería con la que el doble campeón mundial asturiano festejó sus dos títulos (2005 y 2006) y con la que completó las últimas cuatro carreras del año su compatriota Carlos Sainz, después de brillar en las 16 anteriores con Toro Rosso.

Alonso, de 36 años, ganador de 32 Grandes Premios -la sexta mejor marca histórica-, pero cuya última victoria data de hace cuatro años y medio (el Gran Premio de España del 2013, con Ferrari) acabó el Mundial decimoquinto, con 17 puntos. Tras ser noveno en Yas Marina, en una temporada -con la vista puesta también en otras categorías- en la que su mejor puesto fue un sexto, en Hungría, y en la que solo puntuó cinco veces.

Un botín demasiado exiguo para una de las grandes estrellas de la Fórmula Uno, como le definió el nuevo mandamás de la categoría reina del automovilismo, el estadounidense Chase Carey, que indicó a Efe en Abu Dabi que quiere ver al genial piloto asturiano luchando de nuevo por el título.

EFE