Museo Mercedes-Benz

Tiene nueve plantas y alberga una colección con 160 vehículos representativos de la historia de la marca.

Leonel Chuquirima
10 de julio de 2018 12:46

Los secretos del museo de Mercedes-Benz en Stuttgart

Los fabricantes de automóviles más longevos disfrutan de un patrimonio histórico impresionante. Sabemos de varios ejemplos, como los más de 100.000 bocetos que Porsche ha acumulado en sus 70 años de historia.

Sin embargo, queremos destacar uno de los tesoros que albergan los numerosos museos encargados de mantener vivos los iconos de las diferentes marcas. Hablamos del de Mercedes-Benz y, gracias al vídeo que acompaña a esta noticia, podrás disfrutar de algunos de los secretos que guarda su sede de Stuttgart, sin moverte de tu casa.

Mercedes-Benz ha querido enseñarnos algunos de los iconos que esconde en su museo. Ubicado en un edificio de nueve plantas, en sus entrañas almacena una colección compuesta por 160 vehículos, de diferentes épocas y estilos, incluidos el Benz Motor Car de 1886.

Entre filas y filas de Mercedes-Benz, también se encuentra el archivo físico de la marca, que custodia dibujos originales, esquemas de los ingenieros, patentes e, incluso, un libro de pedidos que data de 1886.

También debes saber que a Mercedes-Benz le gusta organizar eventos especiales en el museo, pero si eres como nosotros, seguro que lo que más te interesa son los clásicos que alberga en su interior.

Por supuesto, en el vídeo podrás disfrutar de auténticas joyas como el 300SL Gullwing o el 220 S, aunque también se pueden apreciar otros modelos representativos del historial en las carreras de Mercedes-Benz. Eso incluye monoplazas de Fórmula 1 del siglo pasado, modelos de rallies, vehículos del Grupo C y una serie completa de generaciones de los diferentes McLaren-Mercedes de F1.

En cualquier caso, si no puedes ir a Stuttgart, la firma de la estrella ofrece una web dedicada al museo que incluye una visita virtual. Sin embargo, nunca podrá sustituir las sensaciones que produce un paseo, en persona, por las diferentes salas del museo. Así que ya lo sabes, sube el volumen de tu ordenador, relájate y disfruta durante unos minutos. Seguro que será un tiempo bien invertido.