Mercedes T80: el sueño de velocidad que no fue
Los intentos del hombre de superar los récords de velocidad terrestre son tan antiguos como la automoción. Las mejoras tecnológicas y la rivalidad entre fabricantes alentaban una competitividad creciente.
En la segunda mitad de los años treinta del siglo XX, Mercedes y Auto Union (luego Audi) competían con potentísimos vehículos en una autopista alemana que unía Frankfurt y Darmstadt. Su objetivo era superar los 400 km/h. Rudolf Caracciola, uno de los grandes pilotos de aquella época, alcanzó los 432,69 km/h al volante de un Mercedes W125 con 736 caballos de potencia y una carrocería completamente carenada.
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