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Las ventas de autos de lujo han crecido notablemente en Polonia en los últimos años. Incluso hay quienes coleccionan ejemplares de la marca italiana.

Fernando Robayo
4 de julio de 2018 15:28

Los vehículos de lujo vuelven al mercado polaco

Ausente durante mucho tiempo en el país por la Segunda Guerra Mundial y luego por el régimen comunista, el lujo vuelve a Polonia y se evidencia en hoteles, construcciones y, por supuesto, automóviles.

Hace solo unos años, la aparición de un Ferrari por las calles de Varsovia provocaba una gran expectación, pero en la actualidad, al menos en la capital, la marca italiana ya no causa el mismo efecto.

Según la directora de mercadeo de Ferrari, Karolina Szulecka, que prefiere no dar cifras de ventas, el interés de los clientes crece constantemente y, si no fuera porque el constructor limita la producción, los polacos comprarían, nuevos, un 10 o un 15% más.

Tras la caída del comunismo en Polonia, se desarrolló una clase de ricos empresarios, muchos de ellos antiguos responsables de empresas privatizadas o pequeños comerciantes o artesanos que se adaptaron rápidamente a las nuevas condiciones y crearon o desarrollaron sus empresas familiares.

Además, las subvenciones y las inversiones europeas fluyeron hacia Polonia tras su adhesión a la Unión Europea en el 2004. Los importadores de numerosos productos extranjeros, de los que el mercado polaco estaba sediento, también hicieron fortuna rápidamente.

Así, el PIB de Polonia en el 2015 era más del doble que el de 1990. En la actualidad, las exportaciones progresan y, según las previsiones del FMI, el crecimiento debería ser superior al 4% en el 2018, apoyado por un “consumo interior sólido”.


En la actualidad, Polonia también cuenta con coleccionistas de bólidos de lujo, uno de quienes afirma tener doce. El jefe los concesionarios conjuntos de Bentley y Lamborghini, Piotr Jedrach, espera vender este año unos 50 autos de estas marcas, incluyendo los modelos SUV.

Fuente: AFP