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Stuttgart toma medidas para combatir la contaminación.

Cristhian Segarra
11 de julio de 2018 12:36

Stuttgart vetará los autos de diésel a partir del 2019

Stuttgart, ubicada al suroreste de Alemania, anunció hoy que prohibirá a partir del 2019 la circulación de automóviles de diésel antiguos, considerados muy contaminantes, en todo su término municipal.

La medida, acordada hoy por el Gobierno local que integran el partido de Los Verdes y los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel, veta la entrada al centro urbano de vehículos que dispongan de la norma anticontaminación comunitaria Euro-4 o inferior, aunque establece algunas excepciones para residentes o para profesionales como electricistas o fontaneros que utilizan el vehículo para trabajar.

Stuttgart sigue así los pasos de Hamburgo, que hizo historia a finales del mes de mayo al convertirse en la primera ciudad de Alemania en declarar la guerra a los malos humos decretando la prohibición de automotores antiguos en tramos de dos calles.

De forma paralela, las autoridades también han impulsado un paquete de medidas más amplio que busca mejorar la calidad del aire mediante la reducción de los precios de los billetes del transporte público y la puesta en circulación de automóviles eléctricos.

Las autoridades de Stuttgart llevaban tiempo estudiando la mejor manera para luchar contra la contaminación, que puede producir problemas en las vías respiratorias y enfermedades cardiovasculares. En marzo del año pasado, el Gobierno de esta ciudad de 600 000 habitantes situada entre valles ya puso en marcha un plan de limpieza que incluía labores de aspirado y humedecido de las calles para evitar la elevada concentración de partículas en el aire.

La medida buscaba reducir el número de días en que la contaminación se sitúe por encima del límite de 50 microgramos por metro cúbico de aire que establece la Unión Europea (UE). Stuttgart, junto a Múnich, encabeza desde hace años la lista de ciudades más contaminadas del país, según la Oficina Federal alemana de Medio Ambiente (UBA).

Desde hace meses, en el país se redoblan los esfuerzos para hacer equilibrios que sirvan para contentar a la poderosa industria del automóvil germana -de la que dependen miles de puestos de trabajo- y a una ciudadanía cada vez más preocupada por el impacto que las emisiones tienen en el medio ambiente y en su salud.

A ello se suma además la presión de Bruselas, donde la Comisión Europea recientemente demandó a Alemania por no haber reducido suficientemente la contaminación atmosférica. Según datos de las autoridades alemanas, unos 185 000 vehículos se verían afectados en Stuttgart por las restricciones aprobadas hoy. Se da además la paradoja de que en Stuttgart se encuentra la sede del gigante automotor germano Daimler, fabricante de Mercedes-Benz y Smart.

Fuente: DPA