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La Policía de Alemania allanó las oficinas principales del fabricante de automotores.

Cristhian Segarra
15 de octubre de 2018 13:05

La policía registró varias sedes de Opel por el caso de los motores diésel

La policía alemana efectuó este lunes registros en sedes del fabricante de automóviles Opel, filial del grupo PSA (Peugeot) relacionados con el caso de los motores de diésel trucados.

Los registros tuvieron lugar en las sedes de Opel, filial de PSA, en Russelsheim, cerca de Fráncfort, y Kaiserslautern, indicó la Fiscalía a la AFP.

La compañía está acusada de haber "puesto en circulación vehículos con un programa informático manipulado ilegalmente", dijo una portavoz, indicando que la investigación es la consecuencia de una denuncia de la Agencia Federal del Automóvil KBA, que supervisa el sector alemán.

La manipulación afectaría a unos 95 000 automotores en Europa, añadió la Fiscalía, aunque no apunta a la responsabilidad de ningún directivo en concreto.

Opel aseguró a la AFP que sus modelos "respetan las normas en vigor y declaró cooperar plenamente con las autoridades".

La compañía, filial desde el año pasado de Peugeot-Citroen, está en el punto de mira de las autoridades desde julio por el caso de los motores de diésel trucados.

El ministerio alemán de Transportes anunció entonces una investigación oficial contra Opel sobre tres modelos de diésel de tipo Euro 6 tras la identificación por parte de KBA de un programa "inaceptable" en los modelos Cascada, Insignia y Zafira.

"La llamada a revisión de 100 000 unidades es inminente", dijo el lunes el ministerio de Transporte, asegurando que OPEL "frena" la investigación.

"La KBA informó a la Fiscalía en abril de las sospechas de la presencia de programas informáticos inaceptables en Opel", indicó un portavoz del ministerio.

Los registros en Opel son el último capítulo del caso de los motores de diésel trucados, que salió a la luz en septiembre del 2015, cuando la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) estadounidense denunció a Volkswagen.

La EPA acusa a la marca de haber instalado en 11 millones de sus vehículos de diésel -600 000 de ellos vendidos en Estados Unidos- un programa informático capaz de manipular los resultados de las pruebas de contaminación y esconder las emisiones reales, hasta 40 veces superiores a las permitidas.

Desde entonces varias fiscalías alemanas abrieron investigaciones por fraude, manipulación de cotizaciones de bolsa y publicidad engañosa, entre otros cargos, contra dirigentes de Volkswagen y de sus marcas Audi y Porsche, así como contra Daimler y el fabricante de equipamiento Bosch.

Varios altos dirigente de Volkswagen, entre ellos el antiguo presidente Martin Winterkorn, están siendo investigados.

En junio la justicia alemana puso en detención provisional al director de Audi, una filial de Volkswagen, la primera encarcelación de un alto responsable en este caso.

En Francia, la casa matriz de OPEL, PSA, así como Renault y el grupo italo-estadounidense Fiat Chrysler, están siendo también investigados por el 'dieselgate'.

Fuente: AFP