Foto: DPA

Opel se plantea un camino diferente para mejorar su economía.

Cristhian Segarra
16 de noviembre de 2017 14:29

Opel busca sanear sus finanzas con cambio a la movilidad eléctrica

Opel se enfrenta desde hace casi 20 años a resultados negativos. Las pérdidas acumuladas suman USD 22 000 millones, según calculó recientemente Carlos Tavares, el CEO de la automovilística francesa PSA, que se hizo cargo este año de la marca de origen alemán.

"Lo que se intentó en los últimos 15 años no funcionó", sentenció. En ese lapso se perdieron más de 30 000 puestos de trabajo, la participación de Opel en el mercado europeo bajó de casi 10 a un 6%.

El jefe de Opel Michael Lohscheller lanzó entonces el enésimo intento para volver a conducir a la tradicional marca del rayo en el círculo a la ruta de las ganancias. PSA, con sus marcas Peugeot, Citroën y DS, tienen algunas posibilidades de las que carecía el anterior propietario de Opel, la estadounidense General Motors.

La automotriz francesa habría aprendido lecciones de su propio estado de coma hace unos años, dijo Tavares. PSA es hoy un modelo de rentabilidad y trabaja a pleno en sus fábricas, en las que se eliminó uno de cada cuatro puestos de trabajo. También Opel deberá convertirse en una empresa rentable, global y eléctrica, anunció Lohscheller. El último punto será posiblemente el más sencillo, aplicando la tecnología ya disponible en PSA.

Opel deberá simplificar sus procesos productivos. En el futuro utilizará dos plataformas, en lugar de nueve como hasta ahora, combinadas con cuatro familias de motores, en lugar de 10. Habrá menos modelos, pero más rentables. Todos tendrán el espacio necesario para equiparlos con motor eléctrico.

La mayor parte de la técnica, incluidos motores y cajas de velocidades, provendrá en el futuro de los depósitos de PSA, una empresa tres veces más grande que Opel. Pero el diseño de los modelos seguirá a cargo de la planta alemana de Opel en Ruesselheim. La marca deberá mantener su estilo alemán, dijo Tavares. Habrá una apuesta fuerte a las exportaciones, uno de cada 10 Opel se venderá fuera de Europa, según los planes de PSA.

"La ingeniería alemana tiene buen renombre internacional, parece totalmente posible construir un auto con estilo alemán sobre la base de tecnología de PSA", señaló Felix Kuhnert experto en temas de la industria automovilística de la consultora internacional PwC. Lo decisivo sería la disponibilidad de sistemas de asistencia de conducción de última generación, rubro en el que están a la vanguardia tanto la industria automotriz francesa como la alemana.

El profesor de la Universidad de Duisburgo Ferdinand Dudenhoeffer consideró en cambio como demasiado ambicioso el objetivo de PSA. "Los mercados mundiales ya están repartidos, nadie espera la llegada de los Opel".

Tavares y Lohscheller aseguran que por la restructuración de la producción no habrá despidos entre los 38 000 trabajadores de Opel ni cierres de fábrica. Los costos tendrán que ser reducidos por otros medios. Para entrar en zona rentable tienen que producirse 800 000 Opel anuales. El desafío es grande. "Debemos ser claros, recién cumplimos con el 5% de lo que hace falta", dijo Tavares al presentar sus planes en la fábrica Opel de Ruesselheim, "la situación es dramática, lo debemos decir sin rodeos", finalizó.

Fuente: DPA