jueves 30 de agosto 2018

El adiós de Alonso

Fernando Robayo

Aunque era previsible que Fernando Alonso abandonara pronto la Fórmula 1 debido a los pobres resultados que ha obtenido en los últimos cinco años, el anuncio de su retiro a finales del año en curso conmocionó a dirigentes deportivos, equipos, pilotos y aficionados de todo el mundo.

Es que el español, más allá de un bicampeón mundial de la categoría reina del automovilismo, es, a criterio de muchos, el mejor piloto de su generación y uno de los que mayor espectáculo daba sobe la pista, cuando las condiciones se lo permitían.

Resulta imposible olvidar momentos como su primera victoria en el GP de Hungría del 2003, cuando iniciaba su prolífica asociación con Renault, o su consagración en el GP de San Marino del 2005, cuando mantuvo a raya a Michael Schumacher durante 20 vueltas, para llevarse en triunfo al mando de un monoplaza claramente inferior al de su rival.

Esta última referencia es clave, porque fue en esa temporada cuando Alonso puso fin a la era Schumacher en la F1 y grabó su nombre junto al de los grandes. Lamentablemente, los desaciertos cometidos fuera de las pistas condicionaron su futuro deportivo y motivaron una jubilación prematura. Para mejor o peor, la F1 no será la misma sin él.